Los resultados, interpretaciones y conclusiones expresados en este reporte Abordando las brechas de son, en su totalidad, de los autores y no deben ser atribuidos en forma derechos humanos de las alguna al Banco Mundial, a sus organizaciones afiliadas, a los miembros de personas migrantes y su Directorio Ejecutivo ni a los países que representan. refugiadas venezolanas considerando aspectos El Banco Mundial no garantiza la exactitud de la información incluida en de género en el Perú este reporte. Por esta razón, no acepta responsabilidad alguna por cualquier consecuencia derivada del uso o interpretación de este documento. Copyright © 2022 por Banco Internacional de Reconstrucción Los límites, los colores, las denominaciones y demás información contenida y Fomento/Banco Mundial en los mapas de este reporte no presuponen, por parte del Grupo del Banco 1818 H Street, N.W. Mundial, juicio alguno sobre la situación legal de cualquier territorio, ni el Washington, D.C. 20433, U.S.A. reconocimiento o aceptación de dichos límites. www.bancomundial.org.pe Derechos y permisos Todos los derechos reservados Primera edición en español: El material de esta publicación está protegido por el derecho de propiedad diciembre 2022 intelectual. Las solicitudes de autorización para reproducir partes de esta publicación deberán enviarse al oficial senior de Comunicaciones Pablo Andrés Rivero de la Oficina del Banco Mundial para el Perú. Cualquier otra pregunta sobre los derechos y licencias debe ser dirigida al Banco Mundial en el Perú al número +51 (01) 622 2300. Banco Mundial/Impreso y hecho en el Perú/2022 Diseño de interiores, fotografía y diseño de portada: Luca Parreño y David Maxi 52.: tab., ils. Primera edición: diciembre de 2022 Impresión: Pedro Eduardo Velarde Astete, Pasaje Bahía San Juan 298, San Miguel, Lima, Perú Tiraje: 200 ejemplares Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú N° 2022-12812 Impreso en el Perú - Printed in Perú 4 Proyecto Ollas Comunes Principales abreviaciones 5 Agradecimientos 6 1. Contexto 8 1.1 Las ollas comunes en el Perú 9 1.2 Situación de la población venezolana migrante y refugiada en el Perú 11 1.3 Vulnerabilidad de los derechos humanos de las mujeres migrantes y refugiadas 12 2. Objetivos y metodología 14 2.1 Objetivos 15 2.2 Metodología 15 3. Hallazgos 16 3.1 Organización y funcionamiento de las ollas comunes 17 3.2 La comunicación como eje de coordinación 18 3.3 Salud 20 3.4 Educación 21 3.5 La violencia contra las mujeres como un secreto a voces 22 3.6 Aspectos económicos 23 3.7 Empoderamiento 23 3.8 La población venezolana y las ollas comunes 24 3.9 Retos 26 4. Recomendaciones 28 Bibliografía 35 Anexo 1: Ollas participantes en la investigación 37 Anexo 2: Guía de entrevista 37 Anexo 3: Guía de observación 46 Proyecto Ollas Comunes 5 Principales abreviaciones BM Banco Mundial ENPOVE II Encuesta dirigida a la Población Venezolana que Reside en el País (INEI) HRIE Fondo de Derechos Humanos, Inclusión y Empoderamiento (por sus siglas en ingles) IEP Instituto de Estudios Peruanos INEI Instituto Nacional de Estadística e Informática MIDIS Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social MML Municipalidad Metropolitana de Lima NNA Niñas, niños y adolescentes OIM Organización Internacional para las Migraciones OIT Organización Internacional del Trabajo SIS Servicio Integral de Salud UNICEF Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia 6 Proyecto Ollas Comunes Agradecimientos El equipo del Banco Mundial agradece la colaboración de las autoridades peruanas en la preparación de este análisis. De manera particular, el equipo agradece la estrecha coordinación con la Municipalidad Metropolitana de Lima, liderada por el alcalde, Miguel Romero Sotelo. También agradecemos a la gerenta de Participación Vecinal, Mary Carmen Ascoy, y a Antonio Herrera, Giomar Paredes e Irene Carrasco. Asimismo, agradecemos de manera especial al equipo de Manos a la Olla por su colaboración y coordinación para el desarrollo de este proyecto. Igualmente, agradecemos a las lideresas, a sus equipos y a las personas que participan en las ollas comunes Amores, Los Amautas, Los Jazmines del Valle, Los Solidarios del Canto Chico, Sagrado Corazón de Jesús y Sopa de Avena por habernos permitido conocer su labor cotidiana, así como por su involucramiento y sus aportes a esta investigación. Asimismo, el equipo agradece al Fondo de Derechos Humanos, Inclusión y Empoderamiento (HRIE por sus siglas en inglés), fondo global cuyo objetivo es fortalecer la comprensión y la aplicación de los principios de derechos humanos en toda la labor del Grupo Banco Mundial. El HRIE –que cuenta con el apoyo de los Gobiernos de Alemania, Canadá, Finlandia, Islandia, Noruega, Países Bajos, Reino Unido y Suecia– financió la elaboración de este reporte, y su equipo proveyó asistencia técnica. El proceso de preparación del reporte fue liderado por la Práctica Global de Desarrollo Social de la Unidad de Sostenibilidad e Inclusión Social del Banco Mundial. Participaron Paula A. Rossiasco, especialista senior en desarrollo social; Greta Granados de Orbegoso, analista de desarrollo social; Lorena Lévano, analista de desarrollo social; y las consultoras de desarrollo social Raquel Pérez Andrade, Paula Sierra Vélez y Silvana Matassini. Pablo Andrés Rivero y Julio César Casma, del área de Comunicaciones, brindaron su asistencia especializada. Nicole Anouk, analista de programas, y Carla Ugaz, consultora de desarrollo social, revisaron el reporte. Luca Parreño produjo el material fotográfico usado para este informe. David Maxi, diseñador gráfico, diseñó y diagramó el reporte; y Rocío Moscoso y Rodrigo Delgado, editores de textos, corrigieron el original y realizaron el cuidado de edición. Carmen Contreras, asistente administrativa; Micaela Chávez, consultora de desarrollo social; y María del Carmen Cagna, coordinadora de instalaciones, apoyaron logísticamente al equipo durante toda la investigación. El equipo del Banco Mundial recibió la guía estratégica de la Gerencia del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador y el Perú, en particular de Marianne Fay, directora para los países andinos; Pilar Maisterra, gerenta de operaciones para los países andinos; y Björn Philipp, gerente del Programa de Desarrollo Sostenible e Infraestructura para los países andinos. Por último, señalamos que este reporte fue desarrollado bajo la guía estratégica y técnica de María González de Asis, gerenta de la Práctica Global de Desarrollo Social, a quien agradecemos por su apoyo. Proyecto Ollas Comunes 7 8 Proyecto Ollas Comunes 1. Contexto Proyecto Ollas Comunes 9 1.1 Las ollas comunes en el Perú Las ollas comunes son iniciativas espontáneas, autogestionadas comunitariamente y conformadas en su mayoría por mujeres, que surgen para responder a las necesidades alimentarias de las personas más vulnerables (Santandreu, 2021). Históricamente, han aparecido en tiempos de crisis, y funcionan mediante redes de apoyo y la movilización de recursos compartidos (Hartley Pinto, 2020). Las ollas “se organizan de manera voluntaria y solidaria” y “comparten insumos y esfuerzos en la gestión y preparación de alimentos”.1 En el Perú, las ollas comunes surgen en la década de 1960 para acompañar las huelgas obreras y las movilizaciones sociales, proveyendo alimentación a los manifestantes (Santandreu, 2021). Tres décadas después, en 1990, estas organizaciones reaparecen para alimentar a las personas más vulnerables, afectadas por las medidas de ajuste del Gobierno de turno. Muchas ollas se consolidan y se convierten en comedores populares. Posteriormente, en el 2017, se activan en el norte del Perú para atender a las personas en las zonas que fueron afectadas por el fenómeno de El Niño (Blondet y Montero, 1995). En el 2020, en respuesta a la pandemia por COVID-19, las ollas comunes empiezan a organizarse y establecerse en la comunidad para combatir la inseguridad alimentaria en diferentes distritos de Lima. Vecinos y familiares se organizan para enfrentar esta situación que afecta sus necesidades y derechos fundamentales. Rápidamente se activan ollas, en particular en lugares donde no existen otras organizaciones de apoyo alimentario como comedores populares (Blondet, 2020). Potencialmente, las ollas comunes pueden constituir un espacio de integración social, pero también uno de exclusión. Al ser iniciativas comunitarias organizadas a partir de principios de solidaridad y respuesta a situaciones de emergencia, es importante que el respeto por los derechos humanos esté presente. En ese sentido, es necesario asegurar que este tipo de iniciativas no se conviertan en espacios que amplíen las brechas de desigualdad existentes respecto a sectores poblacionales en situación de vulnerabilidad como las mujeres, adultos mayores, personas migrantes y refugiadas, entre otros. Por ello, resulta relevante analizar en profundidad lo que ocurre al interior de las ollas comunes, identificando las brechas que pueden generar situaciones de exclusión y las potenciales oportunidades para la inclusión social. A partir del trabajo de campo desarrollado en el marco de esta investigación, se constató que el funcionamiento de las ollas comunes depende de dos factores: por una parte, la venta de raciones de comida; y por la otra, las donaciones del sector privado, ONG, organizaciones eclesiásticas y entidades públicas. El costo de una ración de comida oscila entre 2 y 4 soles. La unión de las familias al comprar alimentos hace que se fortalezca su capacidad de compra y la calidad de la alimentación a la que pueden acceder (Hardy, 2020). 1. Artículo 4 de la Ley 31458. Ley que Reconoce las Ollas Comunes y Garantiza su Sostenibilidad, Financiamiento y el Trabajo Productivo de sus Beneficiarios, Promoviendo su Emprendimiento. Abril 2022. 10 Proyecto Ollas Comunes En el 2020, la Municipalidad Metropolitana de Lima (MML) creó el programa Manos a la Olla con el objetivo de “mitigar los impactos en el acceso a alimentos de la población en situación de vulnerabilidad por la presencia del COVID-19 en distritos con altos índices de pobreza extrema” (MML, 2020). Mediante este programa, para agosto del 2021, la Municipalidad había mapeado, geolocalizado y registrado 3831 ollas comunes en Lima Metropolitana, el 16% de las cuales atendían población migrante.2 El programa Manos a la Olla impulsó la gestión de alimentos mediante alianzas con los sectores privado y público, en particular con la campaña #AdoptaUnaOlla, en la cual la Municipalidad invitaba a la población civil y a las organizaciones privadas a donar alimentos a una olla seleccionada, por un período mínimo de dos semanas.3 Adicionalmente, en el marco de Manos a la Olla, la Municipalidad implementó un programa formativo con las mujeres participantes en las ollas comunes. Las capacitaciones comprendían temas como nutrición, salubridad, gestión y organización, y durante la pandemia se desarrollaron en cinco sesiones de manera virtual.4 Incluían también sesiones de asesoría a los equipos de las ollas comunes orientadas a elaborar un diagnóstico de necesidades, un plan de trabajo y una evaluación sobre el impacto de la intervención.5 Por otra parte, en abril y junio del 2022 –mientras se realizaba esta investigación–, el Congreso de la República del Perú aprobó la Ley 314586 y el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (MIDIS) aprobó su reglamento mediante el Decreto Supremo 002-2022-MIDIS,7 respectivamente, en los cuales se reconoce a las ollas comunes como organizaciones sociales de base y se señalan pautas para su financiación. Así mismo, la norma “define el procedimiento para que, las ollas que así lo deseen, puedan constituirse como comedores populares”.8 Adicionalmente otorga al programa Qali Warma9 facultades para entregar alimentos de manera excepcional a las ollas y establece que “corresponde a los gobiernos locales gestionar la logística alimentaria de las ollas comunes registradas”. 10 2. Información proporcionada por el programa Manos a la Olla (2022). 3. ollascomunes.gvplima.com 4. ollascomunes.gvplima.com/docs/GuiaDeReplica.pdf 5. ollascomunes.gpvlima.com/docs/GuiaDeReplica.pdf 6. https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/ley-que-reconoce-las-ollas-comunes-y-garantiza-su-sosteni bil- ley-n-31458-2061691-1/ 7. https://busquedas.elperuano.pe/normaslegales/decreto-supremo-que-aprueba-el-reglamento-de-la-ley-n-31458-de creto-supremo-n-002-2022-midis-2076344-2/ 8. Congreso de la República. Ley 31458, 2022. 9. Programa de alimentación escolar del MIDIS. 10. Congreso de la República. Artículo 10 de la Ley 31458, del 2022. Proyecto Ollas Comunes 11 1.2 Situación de la población venezolana migrante y refugiada en el Perú El Perú es el segundo país receptor personas migrantes y refugiadas venezolanas después de Colombia: alberga a más de 1,5 millones de personas,11 de las cuales aproximadamente la mitad son mujeres (Chaves-González, Amaral y Mora, 2021). Según la segunda Encuesta dirigida a la Población Venezolana que Reside en el País (ENPOVE II), realizada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) en el 2021, el 55,8% de las personas migrantes y refugiadas venezolanas encuestadas consideraban que su principal necesidad es el acceso a salud; el 45,6%, la alimentación; el 40,3%, la generación de ingresos/empleo; el 31%, el alojamiento, y el 28,6%, la educación. Adicionalmente, se encuentran porcentajes más altos en las categorías de acceso a salud, alimentos y generación de ingresos para las mujeres en comparación con los hombres (INEI, 2022). Las condiciones socioeconómicas de las personas migrantes y refugiadas venezolanas en el Perú tienden a ser precarias, particularmente para aquellos en situación migratoria irregular, factor que incide en su capacidad de conseguir oportunidades, por lo que están más expuestos a afectaciones y a la vulneración de sus derechos humanos. Si bien este tipo de problemas afectan tanto a la población local como migrante y refugiada, la vulnerabilidad es aún mayor para este segundo grupo. Por ejemplo, antes de la pandemia, solo 1 de cada 10 personas migrantes y refugiadas de Venezuela contaba con acceso a un seguro de salud, solo el 12% tenía un contrato de trabajo formal y casi el 18% se encontraba en situación de pobreza (BM, 2019). La pandemia ha afectado a toda la población, pero en mayor medida a los grupos en situación de vulnerabilidad, entre ellos el constituido por las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas (BM, 2019). La crisis sanitaria ha exacerbado las brechas de género previamente existentes. Por ejemplo, en el Perú, el confinamiento afectó desproporcionadamente las oportunidades de empleo de las mujeres migrantes y refugiadas debido a que, en su mayoría, son trabajadoras informales o se encontraban trabajando en los sectores más impactados por la pandemia –el sector servicios, principalmente restaurantes y actividades vinculadas al turismo–. Además, por razones relacionadas con las brechas de género, las mujeres migrantes y refugiadas se vieron obligadas a asumir las labores domésticas y de cuidado de sus hogares (BM, 2019). 11. https://www.r4v.info/en/refugeeandmigrants (actualizado a julio del 2022). 12 Proyecto Ollas Comunes 1.3 Vulnerabilidad de los derechos humanos de las mujeres migrantes y refugiadas Las personas pertenecen a varias comunidades a la vez, y esto influye en el riesgo de que puedan experimentar opresiones o privilegios de manera simultánea. Tanto el género –ser mujer– como la condición migratoria –ser migrante irregular– son factores que pueden profundizar las brechas en el acceso a los derechos humanos elementales. Por ejemplo, las mujeres migrantes y refugiadas son más vulnerables a experimentar situaciones de discriminación y violencia, además de enfrentarse a barreras que dificultan su integración socioeconómica –en particular, en lo que respecta al empleo y al acceso a servicios–. La migración se encuentra vinculada a afectaciones o violaciones de los derechos humanos protegidos por los principios internacionales, que van desde la desigualdad y la discriminación en el empleo hasta el desplazamiento forzado, la violencia de género y la trata de personas. En el Perú, las personas migrantes y refugiadas venezolanas se ven afectadas de manera desproporcionada por la alta incidencia de violencia contra las mujeres (OXFAM, 2019), quienes son particularmente vulnerables a convertirse en víctimas de trata de personas. No obstante, la mayoría de las mujeres víctimas de violencia física o sexual no buscaron ayuda (68%) (BM, 2019). En el Perú, las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas tardan el doble que los hombres en encontrar un empleo y, para buscarlo, prefieren recurrir a las redes personales con el fin de evitar entrevistas falsas vinculadas al trabajo sexual (BM, 2019). 4 de cada 10 mujeres migrantes y refugiadas venezolanas entrevistadas afirmaron haber experimentado acoso y violencia sexual en su lugar de trabajo. La situación migratoria y el miedo a perder el empleo –que en el 88% de los casos es informal y sin contrato– pueden presentarse como razones para no denunciar situaciones en las que se vulneran sus derechos elementales. A partir de los enfoques de género, interseccionalidad y derechos humanos se despliegan otros aspectos importantes de analizar. Entre estos tenemos las diversas estrategias que las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas utilizan para superar dificultades económicas, de salud, educativas y relacionadas con conflictos emocionales, y la ausencia de una red de soporte, que las posiciona en situaciones de vulnerabilidad ante discursos y prácticas xenófobas prevalentes en la sociedad peruana. Proyecto Ollas Comunes 13 14 Proyecto Ollas Comunes 2. Objetivos y metodología Proyecto Ollas Comunes 15 2.1 Objetivos • Describir la participación de las mujeres peruanas y mujeres migrantes y refugiadas en las ollas comunes. • Identificar oportunidades de integración social entre mujeres peruanas y mujeres migrantes y refugiadas mediante su participación en las ollas comunes. • Elaborar recomendaciones para promover la integración de personas peruanas y personas migrantes y refugiadas de Venezuela en el marco de las ollas comunes. En una coyuntura de crisis sanitaria global, los espacios de apoyo comunitario –como las ollas comunes– brindan oportunidades para conocer las diversas dinámicas, las redes de apoyo y las posibilidades de integración que surgen entre mujeres peruanas y mujeres migrantes y refugiadas en situación de vulnerabilidad. 2.2 Metodología Esta investigación cualitativa empleó un enfoque etnográfico que buscó recoger las percepciones de los participantes en las ollas comunes de Lima. La etnografía es un diseño metodológico que busca aproximarse lo más posible a la significación de los fenómenos para los sujetos de estudio a través de un involucramiento constante y profundo a sus espacios, relacionamiento y dinámicas (Figueredo Borda, 2017). Las herramientas metodológicas utilizadas fueron guías de entrevista semiestructuradas en profundidad y guías de observación. El trabajo de campo se realizó en abril del 2022. Incluyó ocho visitas de campo y entrevistas a 28 participantes12 de cinco ollas comunes ubicadas en tres distritos con altos índices de población migrante: San Juan de Lurigancho, Villa El Salvador y Villa María del Triunfo. Estas ollas, que fueron escogidas conjuntamente con la Municipalidad de Lima (véase el anexo 1), contaban, entre sus participantes, con personas migrantes y refugiadas. Las visitas de campo incluyeron un mapeo de sitio con el objetivo de lograr un acercamiento y reconocimiento de los diferentes espacios relevantes para los participantes, localizados cerca de las ollas comunes o de sus lugares de residencia. Debido al carácter cualitativo y participativo de la investigación, se consideró necesario incluir una validación de los hallazgos por parte de las lideresas y participantes de las ollas comunes. Mediante este tipo de validación –que comparte el proceso con las y los participantes del estudio–, se buscó corroborar y corregir oportunamente interpretaciones que no fueran del todo adecuadas (Atkinson et al., 2021). Así, se organizaron encuentros participativos y colaborativos para recoger sus opiniones y sugerencias acerca de los hallazgos, las cuales fueron integradas en este reporte. 12. Como parte del compromiso de transparencia y confidencialidad del estudio, se leyó un consentimiento informado y se emplearon seudónimos para reemplazar los nombres verdaderos de los participantes. 16 Proyecto Ollas Comunes 3. Hallazgos Proyecto Ollas Comunes 17 3.1 Organización y funcionamiento de las ollas comunes Las mujeres que participan en las ollas comunes se vincularon o crearon las ollas sobre la base de redes amicales y familiares previas. Mientras las lideresas suelen ser mayores de 50 años, las colaboradoras más cercanas son, en su mayoría, mujeres jóvenes, en un rango de 20 a 30 años. Lo habitual es que estas colaboradoras cercanas formen parte del núcleo familiar de las lideresas: hijas, nueras, etcétera. Este rasgo de las ollas comunes dificulta la integración de las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas que, en su gran mayoría, no forman parte de estas redes ya establecidas. Yo quisiera que ellas continúen [se refiere a su hija y a su nuera]. Que ellas organicen la olla, que la hagan crecer, que no se acabe la olla, que podamos recibir donaciones. Quizá mejorar el lugar [donde se cocina], que nos capaciten y que sigamos siendo líderes. Tanto que he luchado para que ellas también puedan hacer lo mismo (Luz, 63 años). El trabajo en las ollas comunes es voluntario. Surge a partir de la solidaridad comunitaria y la vulnerabilidad frente a potenciales afectaciones de los derechos humanos elementales, las cuales se incrementan en situaciones de emergencia. Este trabajo permite transformar las capacidades de las mujeres, tanto peruanas como venezolanas, en acciones concretas que apuntan a lograr un objetivo común de bienestar colectivo. Pero si bien las mujeres entrevistadas demuestran orgullo por participar en las ollas, también expresan la necesidad de contar con un trabajo remunerado. El funcionamiento de las ollas depende, por una parte, del ingreso generado por la venta de platos de comida y la realización de eventos específicos –como polladas13 o venta de postres–; y, por otra, de la recepción de donaciones. Por ejemplo, las mujeres se organizan para solicitar apoyo tanto a los comerciantes de los mercados locales como a vecinos que cuentan con mayor poder adquisitivo. En algunos casos, sobre la base de estos vínculos se han generado relaciones y compromisos sostenibles en el tiempo, que involucran el préstamo del espacio físico para el funcionamiento de las ollas, debido a que estas no cuentan con locales propios. De esta manera, se evidencian el compromiso y los lazos de apoyo entre vecinos, y se genera un sentimiento de cohesión en torno al objetivo compartido de atender a la comunidad a la que pertenecen las personas involucradas. Así mismo, estas actividades refuerzan las capacidades de emprendimiento y trabajo en equipo de las mujeres que integran las ollas. Las ollas comunes proveen alimentación gratuita a personas vulnerables. Durante los primeros meses de pandemia, como consecuencia de las pérdidas humanas y económicas, se estableció la figura de las “becas”, consistentes en ofrecer raciones de comida –de manera gratuita y sostenida– para apoyar a las personas en mayor situación de vulnerabilidad. 13. En el Perú se llama pollada a la venta de comida con la finalidad de recaudar fondos para una necesidad particular. 18 Proyecto Ollas Comunes Acá hay mucha necesidad, ayudamos a todos los que se puede: niños, ancianos, madres solteras (Carmen, 58 años). Como parte de estas actividades, se mencionó el apoyo brindado a Maribel, migrante venezolana que padece de una enfermedad oncológica. Una de las lideresas peruanas se encargaba de proveer alimentación para ella y su menor hija, así como medicamentos, evidenciando así el papel solidario de las ollas comunes. Las integrantes de las ollas comunes organizan su trabajo mediante un calendario en el que se comprometen, de acuerdo con su tiempo y disponibilidad, a cocinar determinados días. El tiempo estimado para el trabajo de cocina en el día es de cuatro horas que incluyen preparar los alimentos, servir las raciones, y limpiar el local y los instrumentos de cocina utilizados. Las diversas actividades que implica la organización del servicio proporcionado por las ollas comunes se encuentran detalladas en calendarios publicados en las paredes y pizarras situadas en los locales donde funcionan las ollas. Esta capacidad organizativa es la que les permite funcionar de manera sostenible y asegurar su continuidad. 3.2 La comunicación como eje de coordinación La comunicación entre las lideresas de las ollas comunes y la comunidad se establece principalmente a través de WhatsApp. Las restricciones para reunirse en grupos debido al COVID-19 generaron la necesidad de establecer nuevas formas de comunicación entre los integrantes de las ollas comunes y la comunidad en general. Así, los chats grupales por WhatsApp se convirtieron en su principal medio de comunicación y coordinación. Diariamente, las lideresas utilizan este servicio de mensajería instantánea para informar a los comensales acerca del menú del día y la hora en la cual podrán recoger los alimentos. Así mismo, los comensales informan, por este medio, la cantidad de menús que desean adquirir. En algunos casos, el equipo de las ollas visita presencialmente a los vecinos para informarles acerca del menú del día. De esta manera, se pueden captar nuevos comensales y beneficiarios que, probablemente, no se encuentren incluidos en el grupo de WhatsApp. Las ollas comunes llevan un registro actualizado de los vecinos y vecinas de su comunidad. Las lideresas manejan un registro de los participantes de las ollas comunes, con números de celulares actualizados. Además, conocen las diferentes problemáticas que los miembros de la comunidad podrían estar enfrentando, incluyendo aquellas relacionadas con ciertos derechos humanos que el Estado no ha podido cubrir en su totalidad. Proyecto Ollas Comunes 19 Ollas comunes en América Latina El surgimiento de ollas comunes en contextos de inseguridad alimentaria no es un fenómeno aislado que solo se presenta en el Perú, sino que está presente en toda América Latina. Así, en situaciones de crisis, en las que las acciones de los Gobiernos resultan insuficientes, la respuesta comunitaria y solidaria para mitigar el hambre de las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad se ha traducido históricamente en la conformación de ollas comunes (Ceballos, 2022). Por ejemplo, en Chile, la pandemia por COVID-19 y la crisis multidimensional que esta generó impulsaron la creación de estos espacios, que inicialmente fueron pensados como temporales, pero que en algunos casos continúan funcionando. Las raíces históricas de las ollas comunes –y de otros espacios similares en los que las mujeres asumen un papel protagónico– datan de la década de 1980, momento en el que surgieron en medio de otros problemas sociales y políticos (Hardy, 2020; Colectivo Sin Fronteras, 2020). En Colombia, las ollas comunes también se convirtieron en organizaciones claves para la subsistencia de las personas vulnerables frente a la precarización generada por la pandemia. Pero además, es necesario resaltar que, tanto en Colombia como en otros países de América Latina, estas organizaciones –en cuya gestión las mujeres desempeñan un papel fundamental– no solo se conforman para hacer frente al hambre en épocas de crisis, sino también para acompañar procesos de movilización social (Neira, 2021). Esto sucedió, por ejemplo, en el paro nacional de Colombia del 2021. Entre el 6 y el 15 de mayo de ese año, “se realizaron 80 ollas comunitarias en las que se sirvieron alrededor de 12 000 platos de comida en la ciudad de Cali. Estas ollas se subsidian a partir donaciones, así como de iniciativas locales y barriales que promueven la elaboración de alimentos de forma comunitaria” (OEM, 2021). 20 Proyecto Ollas Comunes Como estrategia de visibilidad y transparencia, las mujeres registran con fotos y videos las donaciones, el estado y la cantidad de alimentos recibidos, así como el proceso de preparación y entrega de alimentos. Por ejemplo, en una olla, transmiten a través de Facebook las actividades que realizan a favor de la comunidad. También comparten fotografías de las visitas realizadas por representantes de instituciones como la Municipalidad de Lima. El WhatsApp también es utilizado para comunicarse con otras ollas comunes, o entre líderes del distrito y de otros distritos. 3.3 Salud Muchas ollas comunes se encuentran en situación de precariedad. Algunas ollas no cuentan con servicios básicos como agua potable, equipamiento e infraestructura, lo que muestra que ciertos derechos humanos fundamentales no se encuentran cubiertos para estas poblaciones. Esto dificulta la preparación de alimentos en condiciones adecuadas y salubres. Por ejemplo, el uso del gas está condicionado a los recursos económicos con los que cuenten. Cocinar con leña es la opción más económica, pero el humo perjudica la salud de las personas que se mantienen cerca del fogón. Entre las enfermedades más resaltantes en la comunidad se mencionan las respiratorias. Las personas entrevistadas mencionaron que esto se debe a la humedad y el polvo que abundan en los lugares donde habitan, así como al humo que respiran por cocinar con leña. Por otro lado, en una de las ollas, las mujeres entrevistadas señalaron que carecían del servicio de recojo de basura y desmonte, lo que determina que los vecinos convivan con los deshechos, con el correspondiente daño a su salud. Las mujeres participantes en las ollas sufren recurrentemente estrés y ansiedad relacionados con su rol de cuidadoras. Es frecuente que ellas experimenten sentimientos de preocupación, cansancio y –en algunos casos– desesperanza por no contar con ningún apoyo para aliviar sus problemas cotidianos. Resaltaron los casos de madres de familia –participantes de las ollas– que, por diferentes razones, se veían obligadas a dejar a sus hijas e hijos en casa, a veces solos y otras al cuidado de algún familiar, lo que les generaba ansiedad. Esto, a su vez, muestra cómo ciertos roles de género impactan de manera diferenciada en la salud mental de las mujeres. Varias de las mujeres jóvenes participantes de las ollas sufrieron depresión posparto. La mayoría de las mujeres en edad reproductiva que tuvieron hijos poco antes y durante los dos primeros años de la pandemia manifestaron haberse sentido aisladas, estresadas, tristes, sin energía. Por ejemplo, una madre participante en una olla manifestó que, durante los cinco primeros meses de embarazo, estuvo en cama por depresión y otros problemas de salud; y luego de la cesárea, por medio mes. Esta situación le causó una sensación de aislamiento y ansiedad. En la pandemia no salía ni a la esquina y me dio COVID y cólera (María, 27 años). Varias mujeres participantes de las ollas comunes, tanto peruanas como venezolanas, mencionaron que sus hijos e hijas tenían un diagnóstico de discapacidad cognitiva. Las mujeres afirmaron que varios de estos niños no asisten a una institución educativa, no Proyecto Ollas Comunes 21 cuentan con el apoyo suficiente, y acuden a las ollas para acceder a un plato de comida y sentirse acompañados. Se pudo recoger la historia de una mujer migrante venezolana que padece de una enfermedad oncológica. Su situación migratoria no le permite acceder al Servicio Integral de Salud (SIS), por lo que sus posibilidades de tratamiento dependen de las acciones solidarias y caritativas de la comunidad. En la olla común a la que ella y su esposo asisten, las mujeres los apoyan de diversas maneras: con alimentación, recolección de dinero, compra de medicamentos y colaboración en el cuidado. A su vez, su esposo colabora con las ollas comunes cuando necesitan movilidad o traslado de alimentos. En Perú no te atienden si no tienes SIS. Tengo que esperar más de un año [para tramitarlo]. En Colombia estoy asegurada por medio de fundaciones y me atienden por emergencia […] Si no me operan, me muero. Si estuviera asegurada, quisiera vivir aquí (Maribel, 43 años). 3.4 Educación Las mujeres que son madres, sin importar su lugar de origen, comparten la preocupación sobre el acceso limitado de niños y niñas al sistema de educación básica regular, lo que entra en contradicción con los derechos humanos básicos que los Estados deben garantizar. Algunos niños y niñas no asisten a la escuela, lo cual, además de afectar su desarrollo integral y atentar contra sus derechos, impacta en el tiempo que sus madres deben invertir en actividades de cuidado. Algunas de las razones que las personas encuestadas mencionaron para explicar el estado de desescolarización fueron que los niños y niñas con alguna discapacidad física o cognitiva no son aceptados por las instituciones educativas a las que han acudido, la inexistencia de cupos en las escuelas cercanas y la falta de algún documento o certificado exigido como requisito para la matrícula, esto último en particular en el caso de las personas migrantes. Las madres venezolanas y peruanas buscan soluciones conjuntas para satisfacer la necesidad de educación de sus hijos e hijas. Por ejemplo, en una olla, las mujeres se están organizando para desarrollar un espacio comunitario en el que los niños y niñas puedan estudiar y recibir apoyo pedagógico para su nivelación. Como primer paso, realizaron un empadronamiento para saber cuántos niños y niñas de la comunidad no asisten al colegio. Así mismo, identificaron profesores migrantes y refugiados venezolanos que actualmente no ejercen su profesión y que están dispuestos a apoyar. La organización está buscando aliados públicos y privados que se sumen a este proyecto. Esta iniciativa se presenta como una novedosa oportunidad de integración entre grupos peruanos y venezolanos en torno al objetivo común de atender una de las necesidades más sentidas de la comunidad a la cual ambos pertenecen. 22 Proyecto Ollas Comunes 3.5 La violencia contra las mujeres como un secreto a voces En los diferentes distritos y ollas comunes que visitamos, pudimos recoger diversos casos de violencia contra la mujer. Uno de estos espacios de violencia es el ámbito doméstico. La mayoría de las mujeres abordan el tema sigilosamente; insinúan que en la comunidad existe esa problemática, pero no hablan de ella abiertamente. Algunas mencionaron, con temor y sin precisión, que tenían conocimiento de casos de violencia doméstica. También hicieron comentarios acerca de que, en algunos casos, los esposos o parejas se muestran controladores –mas no agresivos–, aunque aceptan el papel de liderazgo de sus esposas en el trabajo comunitario. En este contexto, Massiel, una de las mujeres que colaboraba cocinando en una olla común, sí quiso deliberadamente abordar este tema con detalle y, aunque temerosa, pidió ser escuchada. Las ollas comunes se han convertido en espacios seguros para compartir situaciones sobre la violencia de género. Allí, las mujeres entablan conversaciones sobre esta Las Proyecto Ollas Comunes 23 Las ollas comunes se han convertido en espacios seguros para compartir situaciones sobre la violencia de género. Allí, las mujeres entablan conversaciones sobre esta problemática, y reciben apoyo y contención emocional por parte de sus compañeras. Sin embargo, estas conversaciones no trascienden a una búsqueda de ayuda profesional. Las mujeres entrevistadas mencionaron que no manejan información sobre dónde buscar ayuda al respecto. 3.6 Aspectos económicos El tiempo que las mujeres invierten en trabajar en las ollas comunes se traduce en un ahorro para sus hogares en la compra de alimentos. Como ya hemos señalado, el trabajo en la olla común se realiza por turnos. Así, los días en que a una mujer le toca trabajar, tanto ella como su familia reciben gratuitamente sus respectivas raciones de comida. De este modo, a pesar de que las mujeres no reciben una remuneración económica por el trabajo que realizan en la olla, su participación sí representa una contribución significativa a la economía familiar. Las mujeres participantes en las ollas asumen, al interior de sus familias, el papel de cuidadoras principales, y dedican la mayor parte de su tiempo a esta actividad. Esta es la realidad incluso para las mujeres que cuentan con empleos a medio tiempo o realizan actividades complementarias para generar ingresos económicos –cuidado de personas adultas mayores, apoyo en puestos de mercado–. En el caso de las mujeres migrantes y refugiadas, como la gran mayoría no cuenta con redes de apoyo en la ciudad, el papel de cuidadora les consume aún más esfuerzo y tiempo. 3.7 Empoderamiento Las mujeres emplean sus conocimientos y capacidades en la cocina, y el capital social que les confiere su posición en las redes barriales [les permite] obtener nuevos aprendizajes en el ámbito público, como las estrategias para la negociación con autoridades y capacidades de gestión (Portilla, 2013, citado en Cuadra et al., 2021). El trabajo en las ollas ha permitido la visibilización y valoración tanto del trabajo doméstico como del trabajo comunitario. Las mujeres que integran las ollas se sienten orgullosas de cocinar, y de que una actividad que realizan cotidianamente en sus hogares les genere el reconocimiento de sus vecinos y sea vista como un aporte no solo para la economía de sus propias familias, sino de las personas que las rodean. Participar en las ollas les proporciona, así, el sentimiento de que están realizando un trabajo sumamente útil para su comunidad. Las mujeres participantes en las ollas se muestran interesadas en recibir capacitaciones orientadas a potenciar su liderazgo. La MML ha organizado talleres que buscan mejorar los hábitos alimenticios de la población que participa en las ollas comunes. Sin embargo, las mujeres entrevistadas comentaron que no cuentan con herramientas enfocadas en 24 Proyecto Ollas Comunes empoderarlas como lideresas. En esta línea, mostraron interés en adquirir conocimientos sobre computación, manejo de redes sociales, habilidades blandas –por ejemplo, capacidad de trabajo en equipo, inteligencia emocional, etcétera–, resolución de conflictos, y manejo de casos de violencia contra las mujeres, niñas y niños. Así mismo, están interesadas en participar en programas educativos dirigidos a la generación de ingresos, y al apoyo y capacitación en su papel de cuidadoras. Con respecto a su rol como cuidadoras, mencionaron estar interesadas en enriquecer sus conocimientos acerca del cuidado de niños y adultos mayores, estimulación temprana, terapias de rehabilitación física y terapia del lenguaje, así como primeros auxilios. Además, mencionaron su interés en capacitarse en artes expresivas –danza y teatro- como formas de aminorar el estrés y entablar amistades. Las capacidades de liderazgo y empoderamiento que exhiben las mujeres participantes en las ollas comunes también se han construido a lo largo de los años sobre la base de experiencias previas. Muchas mujeres que actualmente lideran las ollas comunes cuentan con experiencia previa en espacios similares, como los comités del Vaso de Leche y comedores populares. Así, queda claro que participar en estas organizaciones constituye una fuente de aprendizaje ciudadano para las mujeres, pues este trabajo comunitario fomenta el desarrollo de habilidades argumentativas y discursivas, entre otras (Sarmiento, 2018). Además, la característica de autogestión de estos espacios abre ventanas de oportunidad para la reflexión colectiva y la construcción de liderazgos (Brunner, 2000). Así, estas capacidades ya se encontraban presentes y continúan fortaleciéndose entre las lideresas de las ollas comunes conformadas para enfrentar la crisis sanitaria por el COVID-19. 3.8 La población venezolana y las ollas comunes Las ollas comunes –que no son creadas con fines de lucro– operan principalmente por fuera del aparato estatal, y permiten el involucramiento libre y voluntario de la ciudadanía en la atención de problemas comunitarios. Estas organizaciones amplían el espacio público y generan oportunidades para la vinculación e integración entre ciudadanos a partir de lazos de solidaridad, reciprocidad y cooperación (Brunner, 2000). Este tipo de vínculos, junto con las capacidades organizativas y de liderazgo fortalecidas por las ollas comunes, representa una posibilidad de colaboración e integración con la población migrante, sobre todo para enfrentar ciertos problemas que afectan no solo a personas migrantes y refugiadas, sino también a la población local beneficiaria de las ollas. A través del aprendizaje colectivo, resalta la colaboración entre mujeres peruanas y mujeres migrantes y refugiadas venezolanas. Algunas de las mujeres peruanas entrevistadas se refirieron al aporte de sus pares venezolanas a las ollas comunes. Se ha producido una transferencia de conocimientos que es valorada por la comunidad por diversas razones. Por un lado, algunas participantes señalaron que, gracias a la participación de las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas, se ha innovado la preparación de postres, lo que brinda la posibilidad de generar ingresos adicionales mediante las ventas a pedido. Por otro lado, mencionaron que, al compartir nuevas Proyecto Ollas Comunes 25 maneras de preparar platillos con insumos locales, las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas les han aportado a las participantes locales de las ollas comunes la posibilidad de diversificar el menú que ofrecen a la comunidad. De esta manera, en el día a día de las ollas comunes se incorpora y visibiliza la integración entre culturas diferentes, logrando con ello el sentido de pertenencia de todos los participantes a una misma comunidad. Las ollas comunes son un espacio que cobra un valor emocional y que contribuye a generar sentimientos de pertenencia fundamentales para la inserción de la población migrante y refugiada a sus nuevos espacios de residencia. Las mujeres migrantes y refugiadas muestran diferentes niveles de integración en la comunidad. En algunos casos, cuentan con redes de amigos o familiares de nacionalidad venezolana que han llegado tiempo atrás y ya se encuentran integrados en la comunidad. En otros casos, las únicas redes con las que cuentan son la familia inmediata. También se han identificado casos en los que alguna lideresa local les abre las puertas de su familia o de la comunidad. Por ejemplo, algunas personas migrantes y refugiadas se sienten acogidas por la lideresa de la olla común, y hacen referencia a las atenciones y cuidados que se les ha brindado, tal como se ha detallado en secciones anteriores. Julia es mi mamá, Martín es mi papá, Luz es mi abuela. Son mi familia y soy la consentida, por si acaso (Clara, 30 años). El acercamiento y la participación de las personas migrantes y refugiadas en las ollas comunes se produce por invitación de los vecinos. Asimismo, durante las visitas realizadas, las lideresas comentaron que los vecinos, tanto peruanos como migrantes y refugiados, colaboran en el transporte y descarga de alimentos e insumos para la olla común. Estas acciones ayudan a generar los primeros acercamientos entre ellos y las lideresas de las ollas. Las ollas comunes abren la posibilidad de establecer vínculos y crear redes de cuidado, de soporte afectivo y material, para las personas migrantes y refugiadas venezolanas. Una lideresa peruana manifestó que se siente a gusto y en confianza cuando comparte espacios con sus vecinas migrantes. Así mismo, una comensal migrante agradeció por el apoyo que la olla común les brinda a ella y a su hija, debido a su situación de extrema vulnerabilidad. Sin embargo, la percepción de inseguridad y el temor de dejar a sus hijos solos se convierte en una de las razones por las cuales las mujeres migrantes y refugiadas venezolanas manifestaron no querer participar en actividades fuera de su hogar. Una mujer migrante, que se encarga del cuidado de sus tres hijas mientras su esposo trabaja fuera de casa, comentó que –por el momento– su prioridad es el cuidado de las niñas. 26 Proyecto Ollas Comunes Los sentimientos de xenofobia y discriminación presentes en la sociedad peruana pueden dificultar la integración de las personas migrantes y refugiadas venezolanas en las ollas comunes, así como el pleno ejercicio de sus derechos humanos fundamentales. En las distintas entrevistas, la mayoría de las lideresas no expresaron explícitamente sentimientos xenófobos ni discriminatorios contra las personas migrantes y refugiadas venezolanas, a diferencia de algunas vecinas y vecinos del entorno que sí manifestaron su rechazo con expresiones como “Mejor que todos se vayan”, “Todos se preocupan por las venezolanas, nadie se preocupa por nosotras”, “Ellas han venido a quitarnos el trabajo”. A pesar de que las integrantes peruanas de las ollas comunes no realizan acciones discriminatorias contra sus pares venezolanas, algunas de las entrevistadas tienen una percepción negativa sobre su desenvolvimiento en la comunidad. Algunas de las mujeres peruanas manifestaron prejuicios contra las mujeres migrantes y refugiadas basados en su apariencia física. Las mujeres peruanas consideran que sus pares son atractivas y, por ello, constituyen una amenaza para sus relaciones de pareja. Así, por ejemplo, una colaboradora de las ollas comunes nos comentó que ha tenido problemas con una vecina venezolana debido a la amistad de ella con su esposo. Por ese motivo, no se siente cómoda ante la presencia de mujeres venezolanas en su entorno cercano, incluida la olla común. 3.9 Retos Las ollas comunes no cuentan con locales propios. Los espacios en los que se instalan suelen ser prestados por familiares o vecinos. Si bien esta característica es una muestra del compromiso y el apoyo comunitario presente en las ollas comunes, en algunas ocasiones puede suscitar problemas prácticos o discusiones con los propietarios. Acá las mujeres cocinamos porque necesitamos. Yo he dado mi casa para la olla, pero todo se debe desarmar en la tarde [porque] yo guardo acá carros, con eso me gano la vida (Carla, 50 años). Las lideresas de las ollas comunes requieren fortalecer sus habilidades para la mediación de conflictos comunitarios. Una de las principales debilidades de la organización son los conflictos que se producen entre las integrantes de las ollas y otras personas del entorno comunal. Estos conflictos están relacionados con el surgimiento del liderazgo de las mujeres participantes en las ollas, la organización logística de las actividades, y la exigencia de transparencia tanto en el manejo de las donaciones como de los alimentos que compran. Las participantes en las ollas cuentan con un conocimiento muy básico acerca del papel que juegan las organizaciones comunitarias y las instituciones estatales presentes en sus barrios en la prevención, sanción y eliminación de violencia contra la mujer y el grupo familiar. A pesar de que se han identificado casos de violencia de género, y al margen de la intención mostrada por las participantes de las ollas de buscar apoyo, la oferta de servicios para abordar estos casos no les llega de manera clara. Por ello, queremos subrayar que las instituciones estatales que atienden situaciones de violencia tienen pendiente la tarea de Proyecto Ollas Comunes 27 difundir, entre las integrantes de las ollas comunes, información acerca de sus servicios. Si bien las integrantes de las ollas comunes utilizan la tecnología para comunicarse tanto internamente como con su entorno comunitario, necesitan capacitarse más en esta área para fortalecer la fiscalización. El uso de la tecnología por parte de las mujeres es aún muy básico. Muchas dirigentes tienen que recurrir a sus hijos o hijas para que las ayuden a colgar audios, videos y fotos en las redes sociales, y de esta manera mostrar evidencias del trabajo realizado. Un mejor manejo tecnológico contribuiría a la transparencia y la rendición de cuentas a la comunidad. Las ollas comunes enfrentan conflictos internos y con su entorno comunal. Algunas personas del entorno vecinal opinan que las ollas comunes deben clausurarse. Una de las razones que esgrimen es que son organizaciones vinculadas a la pobreza y que ellos no se consideran pobres; dicen, además, que las ollas “traen mucho problema” y, por último, consideran que el manejo de los recursos y las donaciones es poco transparente. Estos conflictos también se presentan internamente. Por ejemplo, en una de las organizaciones visitadas, las mujeres recientemente se separaron en dos grupos: uno de ellos quiere convertirse en comedor popular; y el otro, seguir siendo olla común. Además, rencillas y enemistades previas a la apertura de la olla se profundizan en la interacción de las personas en estos espacios. Entre las personas entrevistadas, existe incertidumbre y desconfianza acerca del apoyo del Estado a las ollas comunes. Pese a la expedición de la Ley 31458 y su decreto reglamentario (MIDIS, 2022), algunas mujeres señalaron que les resultaría más favorable convertirse en comedor popular, pues de esta manera recibirían recursos y otros tipos de apoyo en forma sostenida. Cabe resaltar que estas afirmaciones se realizan sin mayor conocimiento respecto a las implicancias de uno u otro tipo de organización.   28 Proyecto Ollas Comunes 4. Recomendaciones Proyecto Ollas Comunes 29 1. Apoyar el fortalecimiento de la organización y el funcionamiento de las ollas comunes mediante procesos formativos presenciales y acompañamiento técnico tanto a las lideresas como a las demás participantes. Las ollas surgieron de manera espontánea, ante la necesidad de atender una situación específica de emergencia; sin embargo, sus lideresas han ido formalizando su quehacer con el fin de darle orden y continuidad a la labor que realizan. Si bien algunas ollas han tenido grandes avances como el registro y la actualización apropiada de sus organizaciones, el empadronamiento de sus vecinos, las ventas de alimentos por fuera de la olla y la gestión periódica de donaciones, entre otros, la necesidad de fortalecer y potenciar estas actividades persiste. 2. Priorizar la formación en capacidades blandas y técnicas que requieren las lideresas para mejorar la gestión administrativa de las ollas y generar ingresos adicionales que permitan su sostenibilidad. La subsistencia y el funcionamiento de las ollas depende en gran medida de las capacidades de coordinación, liderazgo, gestión y mediación de conflictos de las lideresas. Estas capacidades podrían ser fortalecidas mediante una oferta formativa pertinente en temas relacionados. Adicionalmente, el MIDIS dio un gran paso al establecer el reglamento de la Ley 31458, que reconoce a las ollas comunes y garantiza su sostenibilidad y funcionamiento. Realizar sesiones informativas con las lideresas y participantes de las ollas permitiría que ellas conozcan mejor esta norma y se apropien de su contenido. 3. Realizar eventos de intercambio de experiencias entre ollas comunes de diferentes distritos. Sería muy útil establecer espacios de intercambio en los cuales las integrantes de ollas de diferentes zonas puedan presentar sus buenas prácticas. Conocer los aciertos y dificultades de organizaciones similares contribuiría a que todas las participantes se apropien de experiencias que les permitan realizar un trabajo más ágil y efectivo. Asimismo, se fomentaría la comunicación y el establecimiento de lazos de camaradería, y se reforzarían sentimientos de orgullo e incentivos para continuar mejorando. En diferentes ollas comunes han surgido buenas prácticas de organización y funcionamiento que podrían ser replicadas. Algunas ollas utilizan las redes sociales y la tecnología para dar visibilidad a su labor, transparentar sus acciones y mantener una comunicación efectiva con sus comensales. Otras han logrado que los espacios de coordinación y las alianzas con organizaciones locales funcionen fluidamente, que la organización de los turnos para cocinar sea equitativa y estructurada, o que la población migrante se integre exitosamente. 4. Diseñar e implementar actividades de integracion y sensibilización sobre temas de derechos humanos en las que participen personas de la comunidad de acogida y personas migrantes y refugiadas. Estas actividades pueden ser, entre otras: • Culturales: Talleres de cocina, concursos de baile, ferias gastronómicas, presentaciones musicales, entre otras. • Deportivas: Partidos, campeonatos deportivos, carreras y similares. • Sociales: Ferias de servicios del Estado, limpieza conjunta de espacios barriales, etcétera. 30 Proyecto Ollas Comunes En el marco de estas actividades pueden ocurrir intercambios de conocimientos que permitan, tanto a migrantes como a peruanos, identificarse como seres humanos y vecinos con capacidad de contribuir conjuntamente al bien común, desarrollando así un sentido de pertenencia a la comunidad en la que habitan. Por ejemplo, de acuerdo con lo encontrado, los talleres de cocina pueden ayudar a que migrantes y locales intercambien conocimientos culinarios desde sus experiencias y tradiciones, enriqueciendo sus conocimientos y habilidades, y fortaleciendo la integración. 5. Promover la creación y el fortalecimiento de redes de apoyo, y ampliar la participación de otras mujeres en las ollas mediante el desarrollo de actividades de integración. Estas actividades fomentan la cohesión social en los barrios donde están ubicadas las ollas comunes. Esto puede contribuir a abrir las puertas de estas organizaciones a mujeres que no forman parte de las redes amicales o familiares de las lideresas. Así mismo, el diálogo permitiría a los vecinos conocerse y establecer lazos de confianza y solidaridad. Sobre esta base, las mujeres podrían construir redes para, por ejemplo, apoyarse mutuamente en las responsabilidades de crianza, que recaen en ellas. Esto es particularmente importante para la integración de las mujeres migrantes y refugiadas que han dejado sus redes familiares y de apoyo en su país de origen. 6. Desarrollar e implementar procesos de formación dirigidos a las mujeres participantes en las ollas en temas relacionados con la generación de ingresos y el emprendimiento. Las mujeres entrevistadas en las diferentes ollas fueron reiterativas en su necesidad de generar ingresos. Expresaron su interés por participar en actividades de formación presenciales que les permitan desarrollar habilidades blandas, adquirir conocimientos técnicos, fortalecer y certificar sus conocimientos como cuidadoras con el fin de conseguir trabajos remunerados o desarrollar emprendimientos que vayan más allá de su trabajo voluntario en las ollas. Se sugiere que estos procesos formativos cuenten con un enfoque de género, y podrían ser desarrollados en coordinación con programas como Contacto Joven,14 Programa Jóvenes Productivos,15 Impulsa Perú,16 Mujer Emprende,17 Bolsa de Trabajo18 y los Programas de Asesoría para la Búsqueda de Empleo y Orientación para el Emprendimiento.19 7. Identificar el rango de acción de las ollas. La organización de las ollas comunes alrededor de la alimentación ha permitido identificar necesidades específicas de la comunidad y establecer redes de información. En muchos casos, las lideresas de las ollas han realizado “registros” o “empadronamientos” de las personas que habitan en las inmediaciones de la olla. Estos ejercicios pueden ser fortalecidos con el apoyo de la MML y las municipalidades distritales mediante jornadas de identificación y vinculación de personas que necesitan acceder a los servicios de alimentación y a otros servicios del Estado, incluyendo a la población migrante y refugiada. 14. http://contactojoven.gpvlima.com/ 15. www.jovenesproductivos.gob.pe. 16. https://www.gob.pe/institucion/impulsaperu/institucional 17. https://www.munlima.gob.pe/gerencias/gerencia-de-la-mujer-e-igualdad-2022/programa-mujer-emprende/ 18. https://www.gob.pe/23434-registrarte-en-empleos-peru https://www.gob.pe/572-obtener-orientacion-sobre-la-busqueda-de-empleo-gratuita 19. https://www.gob.pe/572-obtener-orientacion-sobre-la-busqueda-de-empleo-gratuita Proyecto Ollas Comunes 31 8. Fomentar el acceso tanto de las mujeres que participan en las ollas como de sus vecinas y vecinos a los servicios básicos que presta el Estado. Para ello, es necesario fortalecer la articulación de la gestión y las alianzas multisectoriales entre las diferentes entidades –gubernamentales, ONG, cooperación internacional– que prestan servicios básicos tanto a la población peruana como a la venezolana. Las ollas pueden ser utilizadas para realizar campañas o difundir información acerca de los servicios disponibles y las rutas de acceso a diferentes programas. Así mismo, las lideresas de las ollas –que se han convertido en guías al interior de sus comunidades– podrían ser formadas para ejercer el papel de agentes de trabajo comunitario y replicar información básica de acceso a los servicios disponibles. Además, se podrían aprovechar los canales de comunicación establecidos entre lideresas y comensales –como los grupos de WhatsApp– para difundir información relevante. El cuadro de la siguiente página resume algunas recomendaciones –basadas en las necesidades prioritarias que surgieron durante la investigación en las ollas comunes– que podrían ser abordadas a través de la articulación entre la MML, el Gobierno nacional, las agencias de cooperación internacional y las ONG locales e internacionales. 32 Proyecto Ollas Comunes Violencias basadas Servicios Información específica Salud Educación de cuidado para personas migrantes en género Identificación y matrícula Difusión de rutas Promoción del acceso en instituciones Información acerca de los y servicios existentes de niñas y niños Atención en salud educativas canales para acceder a procesos para la prevención y menores de 5 años a mental de las niñas, los niños de regularización migratoria atención de las violencias servicios de cuidado y y las y los basadas en género educación adolescentes (NNA) desescolarizados Fomento de redes de Formación de las apoyo para el Información y Vinculación de los lideresas y las cuidado de personas Información acerca atención en salud NNA con algún tipo participantes en las dependientes del funcionamiento sexual de discapacidad ollas en temas (adultos mayores, niños de los servicios sociales y salud con instituciones relacionados con la y niñas, personas con en el Perú reproductiva educativas prevención de las discapacidad) violencias de género Vinculación de personas Fomento de redes de Prevención y adultas con centros de apoyo al interior de las Información acerca de la atención de educación para que ollas para acompañar legislación laboral en el Perú enfermedades culminen sus estudios de casos de violencias respiratorias primaria o secundaria de género Promoción de acercamientos entre las instituciones encargadas de la Información acerca de los Formación en prevención y derechos de las personas Acceso a agua diferentes atención de las migrantes y refugiadas y de las segura temáticas dirigida violencias basadas en instancias a las que pueden a participantes género y las mujeres acudir para que estos se de las ollas participantes de las efectivicen ollas, con el fin de generar confianza Certificación de conocimientos, en particular en el área de cuidado Eliminación del uso de leña en la preparación de Información a alimentos personas migrantes acerca del proceso de convalidación de títulos Proyecto Ollas Comunes 33 9. Fortalecer el potencial integrador del equipo de promotores del programa Manos a la Olla. Las y los promotores del programa Manos a la Olla son un vínculo importante entre la institucionalidad, las personas que participan en las ollas y la comunidad en general. Implementar programas de formación y sensibilización dirigidos a ellas y ellos contribuiría a fomentar el entendimiento intercultural y el diálogo entre personas migrantes y refugiadas y de la comunidad de acogida. Algunos de los temas que podrían incluirse en las actividades de formación son cómo neutralizar los estereotipos inconscientes de las y los servidores públicos, las rutas de acceso a los servicios del Estado, derechos humanos, enfoque de género, resolución de conflictos, entre otros. 10. Realizar campañas de comunicación para favorecer la integración entre la población migrante y refugiada y la población de la comunidad de acogida, y prevenir la xenofobia y discriminación. Con el fin de contribuir a la integración de las personas migrantes y refugiadas, y fomentar su participación en las ollas comunes, es necesario desarrollar campañas de comunicación basadas en los derechos humanos, que contribuyan a fomentar la igualdad entre todas las personas. Difundir una imagen positiva de las personas migrantes y refugiadas, resaltando las realidades comunes en vez de las diferencias que tienen con las personas peruanas, permitiría derribar estereotipos y prejuicios, y contribuiría a desarrollar y potenciar la empatía y el deseo de las personas –en especial de las mujeres– de apoyarse mutuamente. Así mismo, las campañas deben resaltar el valor agregado que una efectiva integración y trabajo colectivo, con inclusión de las personas migrantes y refugiadas, representaría para espacios como las ollas comunes, la ciudad y sus habitantes. 11. Promover el empoderamiento de las mujeres que participan en las ollas mediante la valoración del trabajo doméstico y la visibilización del aporte que realizan con su trabajo comunitario. Las actividades de cuidado y trabajo doméstico no remunerado suelen ser realizadas en el ámbito privado. Sin embargo, en el caso de las ollas comunes, los conocimientos previos de las mujeres participantes, así como su deseo de servir a la comunidad en un momento de crisis y de contribuir a la economía de sus hogares, determina que estas actividades se realicen también fuera del hogar. Para algunas de las mujeres entrevistadas, este es un motivo de orgullo. Sin embargo, aún falta mucho para lograr que todas las mujeres –y las personas que las rodean– valoren este trabajo tanto en el ámbito privado como en el público. La realización de talleres de sensibilización e intercambio colectivo que fomenten la visibilización y valoración del trabajo que las lideresas y participantes de las ollas realizan en sus hogares y en las ollas contribuiría a su empoderamiento. En ellos podría resaltarse la colaboración que ha surgido entre mujeres peruanas y venezolanas para alcanzar el bien común. Las ollas comunes tienen el potencial de constituir dos tipos de espacios: de integración o de exclusión social. Al ser iniciativas comunitarias organizadas a partir de principios de solidaridad y respuesta a situaciones de emergencia, es importante que el respeto por los derechos humanos esté presente. Así, es posible que todos los actores involucrados se esfuercen para que este tipo de iniciativas no se conviertan en espacios que amplíen las brechas de desigualdad existentes hacia las poblaciones en situación de mayor vulnerabilidad. Con una mejor comprensión de las dinámicas que se producen al interior 34 Proyecto Ollas Comunes de las ollas comunes, incluyendo las voces de las participantes y de la población migrante y refugiada, es posible convertir estas brechas en oportunidades para contribuir a la inclusión social. Para llevarlo a la práctica, es importante tomar en cuenta las recomendaciones presentadas y trabajar de la mano con las y los beneficiarios en la construcción de comunidades y ciudades más igualitarias. Proyecto Ollas Comunes 35 Bibliografía Atkinson, P., Coffey, A., Delamont, S., Lofland, J. y Lofland, L. (2021). Handbook of Ethnography. Sage publications. Baltazar Díaz, A. C. (2022). Autogestión e innovación social en tiempos de crisis: análisis del proyecto El Tambo (Lima, Perú). Investigaciones Sociales, 46, 211-222. https://revistasinvestigacion.unmsm.edu.pe/index.php/ sociales/article/view/21557 BM (2019). 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(a nivel colectivo e individual) Ollas comunes (OC) ¿Qué representa la OC para usted? ¿Qué la motivó a participar en las OC? ¿Cómo llega usted a la OC? ¿Cuál es su rol en la OC? ¿Hace cuánto tiempo participa usted en la OC? ¿Cuáles han sido los beneficios que considera haber conseguido a partir de su participación en la OC? 38 Proyecto Ollas Comunes Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas y venezolanas: ¿Cuáles podrían ser las principales barreras que una persona pudiese encontrar para lograr participar en la OC? (Indagar dimensiones organizacionales y personales) ¿Cómo organiza usted su tiempo entre el trabajo en la OC, su hogar y otras actividades (económicas, de apoyo comunitario, de cuidado, etc.)? Ollas comunes (OC) ¿Cómo le gustaría que fuera la OC en el futuro? ¿Cuál es la visión que usted tiene? ¿Qué expectativas tiene? ¿Qué recomendaciones sugiere para mejorar el trabajo de las OC? ¿Tiene conocimiento sobre la formalización de las OC? ¿Qué piensa usted que podría suceder tras una posible formalización? ¿Cuál es la diferencia entre las OC y los comedores populares? ¿Participó usted previamente en algún comedor popular? Proyecto Ollas Comunes 39 Ejes temáticos Preguntas Para mujeres venezolanas: ¿Desde cuándo se encuentra usted viviendo en el Perú? ¿Desde cuándo vive en este distrito? ¿Cómo participa usted en su comunidad? (pertenece a alguna asociación, OC, comedor popular, voluntariado, se reúne con sus vecinos y vecinas, etc.) De participar en las OC u otra organización, ¿cómo llego usted a ella? ¿En qué consiste su participación? ¿Cuáles cree usted que son las principales barreras para la participación comunitaria que pueden encontrar las mujeres? ¿Cuáles cree usted que son las principales barreras para la participación comunitaria que puede Participación encontrar la población venezolana? ¿Cómo podrían comunitaria reducirse ambas barreras? ¿Cuál es su red de apoyo (familia, amigas, amigos, vecinos) más cercana? ¿Cómo considera usted que es su relación con sus vecinos y vecinas del Perú? ¿Experimentó usted problemas con población peruana, o ha escuchado de problemas? ¿Podría compartirnos un ejemplo? ¿Qué cree usted que ayudaría a integrar la participación de la población venezolana y peruana? ¿Qué actividades sugiere para mejorar la integración peruano-venezolana? 40 Proyecto Ollas Comunes Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas: ¿Desde cuándo se encuentra usted viviendo en este distrito? ¿Cómo participa usted en su comunidad? (pertenece a alguna asociación, OC, comedor popular, voluntariado, se reúne con sus vecinos y vecinas, etc.) De participar en las OC u otra organización, ¿cómo llego usted a ella? ¿En qué consiste su participación? ¿Conoce usted de mujeres venezolanas que participen activamente dentro de la Participación comunitaria comunidad (en organizaciones, OC, juntas vecinales)? ¿Cuáles cree usted que son las principales barreras que enfrentan las mujeres para la participación comunitaria? ¿Cómo podrían reducirse estas barreras? ¿Cuál es su red de apoyo (familia, amigas, amigos, vecinos) más cercana? ¿Cómo considera usted que es su relación con sus vecinos y vecinas de Venezuela? ¿Qué cree usted que ayudaría a integrar la participación de la población venezolana y peruana? ¿Qué actividades sugiere para mejorar la integración peruano-venezolana? Proyecto Ollas Comunes 41 Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas y venezolanas: ¿Cómo describiría usted su barrio? ¿Cuáles son los principales retos del barrio en el nivel de seguridad? ¿Cuáles son los principales retos económicos del barrio? ¿Cuáles son las organizaciones, autoridades o líderes más resaltantes del barrio? ¿Los que más resaltan? (organizaciones sociales de base, iglesias, profesores, Percepciones etc.) territoriales ¿Cuáles son las actividades comunitarias que se llevan a cabo en su barrio o distrito? ¿Participa en estas? ¿Cuál es su opinión sobre estas? En las actividades locales, del barrio, en las que usted participa, ¿participa población venezolana? ¿Qué opina usted sobre su participación? ¿Considera usted que existe una integración de ellos y ellas en la comunidad? 42 Proyecto Ollas Comunes Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas y venezolanas: ¿Con quiénes vive? ¿Cuáles son las principales actividades económicas que usted o los miembros de su hogar realizan? ¿Realiza trabajos no remunerados? Si es sí, ¿nos puede compartir al respecto? ¿Ha experimentado usted explotación o violencia laboral? Aspectos ¿Cuáles son los aspectos o temas relacionados con la económicos generación de ingresos que usted considera importantes de reforzar en su hogar y comunidad? ¿Cómo considera usted que la capacitación o el trabajo respecto a los temas mencionados contribuirían a un incremento de ingresos en su hogar y comunidad? Para mujeres venezolanas: Indagar sobre experiencias de explotación, discriminación laboral, acoso en el lugar de trabajo, otros tipos de abuso por ser migrante. Proyecto Ollas Comunes 43 Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas y venezolanas: Si usted es cuidadora de niños y niñas, adolescentes, personas adultas mayores, personas con discapacidad o personas con enfermedades crónicas, ¿cuáles son los principales retos de esta labor? ¿Cómo organiza su tiempo para cumplir con estos cuidados? ¿Cuenta con apoyo familiar, local, Economías gubernamental? Detalle. del cuidado ¿En qué consiste el cuidado? ¿Cuáles son las tareas relacionadas con el cuidado? (nutrición, acceso a alimentos, etc.) Conocimientos u oportunidades para mejorar su situación (nutrición, sistemas nacionales de cuidados, subvención, organización, etc.) ¿Cuáles son los retos que, como migrante, considera usted que debe enfrentar para el cuidado del cual es responsable? (acceso a programas sociales, centros de apoyo, etc.) 44 Proyecto Ollas Comunes Ejes temáticos Preguntas Para mujeres venezolanas: ¿Desde cuándo vive usted en el barrio, distrito? ¿Cómo llegó a vivir acá? ¿Cuáles son sus redes de soporte actuales? (familia, amigos, vecinos) ¿Cuenta usted con permisos laborales? Si no, indagar el porqué (barreras para la legalidad). Migración ¿Cuáles eran las actividades económicas que usted realizaba en Venezuela? ¿Cómo considera que era su vida en Venezuela? (indagar aspectos económicos, recreativos, familiares, educativos) ¿Le gustaría retornar a su país? ¿Cuáles son las razones principales de su respuesta? Para mujeres venezolanas: ¿Qué nivel educativo ha alcanzado? ¿Ha continuado sus estudios en el Perú? ¿Cuáles son las barreras que usted encuentra para poder empezar o continuar sus estudios en el Perú? Si tiene hijos, hijas o algún miembro de su familia en edad escolar, ¿se encuentran actualmente estudiando? Si la respuesta es sí, ¿cuál es la experiencia educativa Educación de esa persona? ¿Cómo fue/es el proceso de integración a este nuevo espacio escolar? ¿Cuáles fueron las principales barreras que tuvo que enfrentar para lograr dicho proceso de integración? Si la respuesta es no, ¿por qué no pudo acceder al colegio? Barreras halladas. ¿Cuál es el procedimiento o procedimientos que debe seguir para modificar esta situación? Proyecto Ollas Comunes 45 Ejes temáticos Preguntas Para mujeres peruanas y venezolanas: ¿Cuáles considera usted que son los principales problemas de salud de la comunidad? ¿Cómo los enfrenta? (a nivel individual y de comunidad) Salud ¿Qué sugerencias tendría usted para enfrentar los principales problemas de salud de la comunidad? Durante la pandemia por el COVID-19, ¿cuáles fueron los principales retos para usted y para la comunidad? ¿Cuál fue y es el rol de la olla común durante ese periodo? Para mujeres peruanas y venezolanas: ¿Cuáles son los aportes de las mujeres a la comunidad que usted considera más resaltantes? Mujeres: ¿Cuáles cree usted que son los retos más importantes de participación, las mujeres para participar en la comunidad? roles y violencia ¿Usted o alguien que usted conoce ha sufrido de género experiencias de violencia de género? ¿Qué actividades recomendaría usted que se realicen para poder abordar temas de violencia de género? 46 Proyecto Ollas Comunes Anexo 3: Guía de observación Guía de observación Unidad de observación Ítems observables Referentes empíricos Descripción del escenario físico Escenario Descripción de los actores Descripción de las dinámicas e interacciones entre actores Textualidad Funcionamiento (vocabulario, narrativas de participantes) Gestualidad (gestos de participantes) Ollas comunes Rol Nacionalidad Edad aproximada Con quiénes se Patrones relacionan más de las gestoras para gestionar Relación con los beneficiarios y beneficiarias Nacionalidad Edad aproximada Patrones Acompañamiento de las beneficiarias Relación con otros beneficiarios (as) y gestoras Dinámicas de Finalización cierre de un día de trabajo Proyecto Ollas Comunes 47 Unidad de observación Ítems observables Referentes empíricos Infraestructura (materialidad, acceso, seguridad, etc.) Espacios de Contexto encuentro vecinal Servicios (farmacias, postas, escuelas, tiendas, etc.) Barrio Dinámicas y movimientos Presencia de vecinos y vecinas Vecinos en espacios y vecinas barriales Relacionamiento entre vecinos y vecinas 48 Proyecto Ollas Comunes Proyecto Ollas Comunes 49